[Gira los ojos, no queriendo que siga hablando estúpideces, sobre todo ahora que piensa con mayor claridad las cosas y sabe que dijo mucho que no debió decir nunca. Chasquea la lengua, volviendo a lamer, esta vez un sólo lado de la erección, sintiéndola moverse ligeramente. Se relame los labios casi inconscientemente]
¿Seguro que no quieres que use mi boca? ¿Temes que lo haga peor que las chicas con las que te has acostado? ¿O tal vez temes que lo haga mejor?
[Vuelve a apretar la base del pene, moviendo un poco sus dedos. Al menos así lo tendría un poco controlado, ignorando por completo que hasta hacía unos momentos le había puesto tanto ser él el sometido]