[Sonríe para sí mismo pensando en lo que le diría. Era un arma de doble filo, pero bueno, ya estando en este punto podía arriesgarse, porque sabe bien que hay cosas que deben pensarse fríamente... aunque este definitivamente no fuera el caso.]
Claro que no me gustaría. Después de todo dijiste que te acostarías conmigo ¿no? Aunque... si quieres dejarlo aquí, puedo regresar a mi habitación y tocarme por mi cuenta...
[No era como si ese fuera su plan, definitivamente no. Pero hay una razón muy sencilla que lo mueve a decir eso.]
Pero cuando quiera hablar sobre el tema de las flores deberás responderme todo lo que te pregunte al respecto.
[Sino sacaba provecho para satisfacer su propia excitación, aguantaría al menos por hoy, pero a cambio debía recibir algo más por semejante y dura abstinencia.
Aunque la verdad tiene ganas de golpearse a sí mismo por tentar tanto a su suerte y más mientras siente el jadeante cuerpo de Yu sobre él, rozando su entrepierna, lugar que ya estaba de más sensible.]