[Aprieta los dientes mientras trata de normalizar su respiración. Joder, no debió decir eso. Su erección empezaba a dolerle demasiado y ahora Alma se había detenido tan sólo para burlarse de él.
Le mira como puede a pesar de que siente la nariz del otro contra la suya, un gesto bastante estúpido a su manera de ver.
Y no, no se suponía que le pusiera que otros le controlaran. Se suponía que por eso le atraían, porque eran fácilmente controlables, porque tenía el poder sobre ellos. Definitivamente no debería de ponerle que este idiota quisiera torturarlo así]
¿Qué es lo que quieres? Te lo daré si te dejas de tus estúpidos jueguitos.
[Esa era la frustración hablando. En esos momentos era capaz de cualquier cosa con tal de correrse de una vez. Tendría que complacer a Alma muy bien si quería compensar esto por lo que veía]