[Frunce el ceño, aún enfadado consigo mismo. Esto no debería de sentirse bien, se suponía que la culpa debía de dominarlo todo y en lugar de eso era su calentura la que estaba ganando. Tarde o temprano iba a pasar, sólo que hubiera deseado que no fuera con este chico]
Sigue siento tu culpa de todas formas.
[Porque esto era mucho más sencillo, culpar a otro por tus idioteces. Sigue besándole en el cuello, acercando su cuerpo un poco más hasta que por fin se decide a tirarlo de vuelta en la cama, obligándole a quedar recostado mientras se coloca sobre él]
Aún puedes gritar para pedir ayuda. Vendrían enseguida y no tendrías que volver a verme nunca.