[Él mismo siente un escalofrío al sentir su lengua rozando la de Alma; ni siquiera se había dado cuenta de cuándo había decidido profundizar el beso así. O tal vez es que sigue sorprendido porque ese idiota le había besado de vuelta y, además, también le había abrazado con mucha fuerza, como si se aferrara lo mejor que podía.
Apenas se separa de él, entreabriendo los labios muy poco para hablar]
¿Te das cuenta? Joder, maldito idiota.
[Todo para decir algo con muy poca coherencia. Porque no creía que Alma notara que ese insulto iba dirigido a sí mismo]