¿Miedo? Para nada. Sólo quería tener una charla amistosa.
*Y una mierda. No había gastado casi toda su energía forzando al idiota a irse por nada. Esa puta medicación que le ha inyectado ha resultado ser un obstáculo mucho más molesto de lo que pensaba.
Al fin alza la mirada para verle fijamente. En sus ojos podía verse no sólo la rabia y el fastidio que ese imbécil le estaba causando, sino también el profundo asco por el hecho de que lo esté tocando. Como si eso le fuera a servir de algo. Ingenuo.*