*Eso es. ¿Quién más aparte de él? Nadie. Nadie más además de él podía saber aquello. Sólo era un pequeño recuerdo de su vida después de todo. Algo personal e insignificante. Pero no tenía sentido. ¿Quién había escrito esa carta entonces? Y esas ceras...
Mira el papel fijamente de nuevo, releyendo el contenido y fijándose en las formas de la escritura, analizándola. Se le han acabado las posibilidades. Y lo más desconcertante es que a pesar de todo la caligrafía aún le era familiar. Infantil pero legible, de la misma forma en que el abuelo le enseñó a hacerlo.*
!
*Entonces abre los ojos y no puede evitar ponerse de pie alterado por el descubrimiento. Esa letra. Era demasiado similar a la suya cuando era pequeño. ¿Qué demonios significaba esto?*