[Sale de su ensimismamiento cuando le escucha hablar y lo ve levantarse, así que hace lo mismo, pero en vez de regresar a su asiento se acerca a una de las ventanas, sentándose en el alfeizar de esta mientras se pone a contemplar el exterior.]
¿Aburrirme? No hay manera alguna en que puedas aburrirme.
[Lo mira a través del reflejo del cristal, pues no se atreve a mirarlo directamente. Lo que dice es muy cierto, pero cree que afirmarlo sería algo grosero, pues es como si estuviese tirando por la borda todo el esfuerzo que Yu hacía por hacerla entrar en razón.]
Francamente yo no considero estar enferma. Así que curarme o no, es relativo.
[A veces evadir era mucho mejor que quebrarse la cabeza poniendo en orden recuerdos y cosas cosas que nunca sucederían y que jamás serían recordadas.]