[Se sobresalta cuando le ve empezar a llorar. Sí, tenía los ojos enrojecidos, pero no pensó que lloraría de verdad. Trata de no lanzarse sobre él para obligarlo a dejar de llorar, algo que seguramente contaría como abuso o algo así, porque lo único que se le ocurría era zarandearlo hasta que parara.
Pero logra controlarse, tan sólo mirándole desde la distancia, intentando respirar profundamente. Así que no conocía a ninguno de los otros, tan sólo al bastardo y al conejo. Eso ciertamente era una gran desventaja]