2/2
*Se pone de pie, avanzando hasta el escritorio para apoyar sus brazos en la madera y mirar fijamente a ese doctor de pacotilla. ¿Qué se había creído? Regañándole como si fuera un crío, como si fuera débil y manejable. Como si fuera... "Lavi." No estaba dispuesto a tolerar ese tono ni ese trato por más tiempo.*
Me está hartando, ¿sabe? Y no creo que eso sea muy conveniente para usted, mucho menos para "Lavi".
*Se pasa el dedo por el cuello, despacio, advirtiéndole lo que le pasaría a su estimado paciente si volvía a pasarse de listo con él. Hacía falta mucho más que un puto psiquiatra para hacerle tambalear.*
No lo olvide. "Él" pagará por cada error suyo.
*Sí, él tenía el control. Como siempre lo ha tenido, desde el principio.*