¡Y ahora me enviarás con otro médico! ¡Eso era lo único que me faltaba!
[Dice dando una infantil patada al piso y apretando la tela de la bata que caía sobre sus rodillas. Ya no podía contenerlo más, siente como gruesas lágrimas corren por sus mejillas y francamente ya no le importa que la vea llorar o que parezca que está haciendo una rabieta.]
¡T-tu no entiendes nada de nada! E... eres.... ¡eres idiota!
[Se cubre la boca por lo que le ha dicho, pero no puede evitar sentirse enojada con todo esto. Una cosa es que tuviera plena conciencia de por qué estaba ahí y otra que quisiera agarrarla de tonta. Y lo cierto en todo el asunto es que él sólo la confundía más.]
¡¡N-no quiero ir con otro doctor, Yu!! ¡T-tienes que creerme!