*Todavía le escuece, pero siente alivio inmediato con los vendajes. Así ya no tendría que ver las heridas, a pesar de sentirlas ahí*
No te vas a morir nunca, ¿verdad? Siempre estarás aquí, conmigo.
*Habla controlando los pequeños siseos de su voz debidos al dolor. Las heridas en verdad no era lo que más le preocupaba de todo. Las muertes era lo que más le hacía sufrir*