*Está tentada a decir que no quería que le pusiera nada, ni siquiera los vendajes. Si iba a dolerle, no deseaba sentirlo en absoluto. Sin embargo, no es como si pudiera decidir algo como eso delante de un médico*
Yo no he sido. Ni siquiera he tocado mi otra pierna y también tiene una herida...
*Le dice mientras se aferra con las manos temblorosas al asiento, preparada para sentir la quemazón del alcohol en su piel en cualquier momento. Su sueño, se estaba haciendo real*