*Se mira sus dedos, comprobando como se había manchado de sangre algunas de sus uñas. Sólo le picaba, no se había rascado con demasiada fuerza, no tanto como para hacerse heridas. ¿Verdad? Ella no había hecho nada malo*
No lo sé. Yo no hice nada, Kanda.
*Responde alarmada sin poder dejar de mirar con asombro como el doctor le atendía*