[Sabía que había más. Estaban reportados, aunque nadie los conocía a todos. Él personalmente sólo había visto a tres. Ese maldito bastardo que tenía frente a él, el conejo idiota y ese otro, el niño pequeño; quizá el menos molesto de todos, algo bastante raro tomando en cuenta que prácticamente siempre lo encontraba llorando.
Pero había algo, la forma en que lo había dicho. Entrecierra los ojos]