*¿Otro regaño? Ya sabía que tenía que lidiar casi a diario con el mal humor de su médico pero hoy no parecía ser su día de suerte. Al fin se resigna y entra a la consulta, sentándose en ese sillón acolchado de siempre.*
¿Qué va a ser hoy jefe? ¿Me vas a mostrar más manchas de tinta para que te diga lo que veo en ellas?