Si lo vuelves a olvidar me aseguraré que en tus expedientes se agregue una contusión muy fuerte en esa cabeza tan dura que tienes.
[Vuelve a chasquear la lengua, poniéndose a caminar y esperando que el conejo le siguiera. Quería acabar con esto de una vez, pero la sola posibilidad de que se llegara a presentar ese sujeto sabía que le iba a joder el día. Por alguna razón que desconocía, ese bastardo idiota era mucho mejor psicoanalista que él, cosa que nunca le había dicho (primero muerto), aunque no tenía importancia. Ese imbécil estaba totalmente convencido de que así era.
El único lado positivo, por llamarlo de alguna manera, era que ese tipejo hacía parecer simpático al conejo. Y que algo o alguien le provocara cierta simpatía por ese pelirrojo idiota no tenía el más mínimo derecho de existir]