[Aún no sabe mucho de qué es lo que tiene que hacer. De hecho, no puede evitar estremecerse ligeramente cuando el lubricante toca sus dedos, por lo que espera que el otro no lo note. La sensación era extraña y no quería imaginar qué sería para Alma en cuanto esos dedos desaparecieran en su interior.
Aunque deja de importarle qué tan mal lo pueda hacer ante el pensamiento de que podrá ver los gestos en el rostro de Alma. Así se enterará qué es lo que tiene que hacer. Prueba de ensaño y error. Lo sentía por el idiota, pero era su culpa por haberlo atontado tanto como para no querer tener experiencia previa.
Le mira fijamente, sin querer que note que también está nervioso, aún si no era tanto. Al menos había logrado que las puntas de sus dedos rozaran la entrada del otro sin temblar, tan sólo probando, para ver las reacciones que surgían en su nuevo novio]