[Se empieza a sentir mareado por todo lo que el otro dice, hablando tan rápido como solía hacerlo cuando no debería. Le mira, impasible, como queriendo captar aunque sea un poco de lo que dice, pero le es difícil, sobre todo considerando que poco podía concentrarse por estar tan excitado. Maldición]
Cállate de una vez.
[Sí, ya sabía que no habían hecho nada en específico, pero no puede evitarlo. Estaban en una maldita habitación de hotel, los dos solos y la temperatura empezaba a subir considerablemente. No era piedra, joder]