*Responde secamente, convencido de lo que dice a pesar de todo. ¿Cómo podría a disgustarle, si iba a ser su primer beso? Era todo un premio para él, ya podía podía besar la ostia de mal que eso no le importaba lo más mínimo comparado con el recuerdo que iba a dejar plasmado en ella para toda su vida.*
Además, ya te he besado antes.
*Coloca un dedo en la frente de la chica, señalando el lugar exacto. Las chicas y sus tonterías románticas. Cómo le encantaba sacarle partido a eso.*