*Se sobresalta, temblando ligeramente sólo por el nerviosismo que comenzaba a apoderarse de ella. Te quiero. Esas palabras sonaban tan extrañas viniendo de él, más cuando siempre deseó oírlas de otra persona, por imposible que fuera*
No se muy bien qué decir, Deak...
*Pero si él se había decidido a declararse, no podía ignorarlo por completo. Era su esfuerzo y sus sentimientos que merecían ser tenidos en cuenta, por lo que si sentía eso por ella, sería considerada. Lamentarse de que su día de San Valentín no salió como quería no solucionaría nada y podría perder la oportunidad de ser feliz*