*Sonríe de nuevo, aunque esta vez es pura fachada, lejos de las sonrisas de verdadera satisfacción (y diversión) que minutos atrás se podían ver dibujadas en su cara mientras la chica no le miraba.
Estaba cayendo como una tonta en sus redes y ni se daba cuenta. Ya sabía que su hermano era un imbécil y que sus amigos debían ser semejantes a él por eso de que "Dios los cría y ellos se juntan", pero esto verdaderamente le sorprende. Casi ni tenía que esforzarse.*
Por cierto, Lena.
*Comienza a hablar de nuevo pasados unos segundos, dejándole algo de espacio a la estúpida hermana del director.*
Sé que no es el mejor momento, pero tengo algo que decirte. ¿Me escucharás?