*Retrocede un par de pasos incoscientemente. ¿Por qué la suerte se había cebado con ella precisamente en el día de hoy? Pensaba que aquel muchacho simplemente la ignoraría después de dejarla en evidencia por su descuido y no le hablaría, pero se equivocaba. Parecía interesado por alguna razón*
Ya te lo he dicho, sólo he repartido dulces y nada más... No todas tenemos que ser tan efusivas.