*Le grita, bastante afectado por sus acciones y resistiéndose todo cuánto puede permitirse, tratando de separarse del mayor. Ese bastardo decidió retomar su plan de nuevo, provocándole aún más y desesperándolo.
Con sólo verle ahí, de rodillas y con su rostro rozándole en la entrepierna, no puede hacer nada para que las descargas de placer y dolor no le sacudan de forma violenta. Se siente mojado hasta la ropa, a punto de reventar y aprieta los dientes con fuerza. Con tan sólo un poco más, se vendría sin remedio y con toda la ropa aún puesta por culpa de ese desgraciado*