[Pues sí, nota que el otro está nervioso. Se quita el saco, sintiendo que mientras esté más cómodo no fracasará en decirlo, cosa que ya está tomando como un reto personal.
Aunque no entiende por qué Alma parecía temblar repentinamente. Como si nunca se hubieran visto así. Incluso desnudos, cuando eran más pequeños]
Y me decías que no pensabas cosas pervertidas sobre mí.