[Apenas iba a decir algo en cuanto siente el contenido del sobre en su miembro, deslizándose lentamente sobre él, incluso haciéndole jadear por sentirlo tan frío en contraste con lo caliente que estaba.
Pero en cuanto siente los dedos del menor extendiéndolo por todo su pene no puede evitar gemir notoriamente. Justo ahora, cuando el otro podía escucharle perfectamente por la cercanía. Sin embargo, ya no hace nada por evitarlo, de hecho, termina por apoyar la frente en uno de los hombros del moyashi, quizá luciendo más vulnerable de lo que alguna vez se permitió.
Era culpa de ese enano, el que le hacía sentirse de esa manera tan extraña. En un principio había pensado en decirle que lo hiciera rápido, fueron esas las palabras que el pequeño le había arrebatado tan fácilmente con sus acciones]