[Le besa por unos segundos más hasta que al fin decide separarse, tocándole el cabello para comprobar que no estaba tan húmedo como antes]
Ya estás listo. Larguémonos de aquí si no quieres que me quede dormido aquí mismo.
[Lo admite, ¿qué más daba? Seguro que el otro terminaría por notarlo tarde o temprano. Al parecer la promesa que le había hecho de que dejaría que le abrazara después tendría que esperar hasta que llegaran a casa de alguno de los dos]