*Ese "no" confirma lo que ya temía. No esperaba realmente que se mostrase de acuerdo con la idea en el primer intento, con Kanda siempre había que trabajar duro cuando se quería algo.*
Pero Kanda, no van a ser juegos de niñas.
*Dice, interviniendo de forma ansiosa, quizás si le advertía que no tendría que manejar muñecos tuvieran más suerte.*