Me alegro entonces de ver concluida vuestra empresa. Decidme, no dime... [Si habla un poco menos formalmente tal vez logre ganar un poco mejor su confianza.]
¿Lograste proteger a los tuyos? No hace mucho habría creído que algo como que el destino de la humanidad descansara en manos que no fuesen los dioses, pero a juzgar por los eventos recientes. No me sorprendería ya.