[Regresa la noche siguiente. La vigilancia afortunadamente no se ha reforzado. Esto es casi ridículo. Aún así, es cauteloso. Espera unos instantes desviando su camino varias veces, antes de entrar definitivamente en la prisión y deslizarse lo más silenciosamente que puede hasta la puerta que busca. No quiere dudar del sargento. Pero si lo que ocurrió en el refugio se ha llegado a divulgar, no sería extraño que le estuvieran vigilando]