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Crecí en un... pintoresco pueblo llamado Ponyville. (Aunque mi alma pertenece a Canterlot, desde luego). Viví en Ponyville con mis padres, dedicándome al diseño de modas desde la más tierna edad. Sin embargo confieso que en esos días, rara vez me encontraba satisfecha con mis trabajos.
Hasta que finalmente donde encontré mi destino. [Gira un poco para mostrarte su cutie mark.]