[Y él está un poco mareado, así puede llegar a ser algo torpe con las manos, pero las mueve subiendo y bajando por tu cuerpo y deslizándolas por tu espalda.
Jadea un poco, y recién reacciona cuando te oye decir su nombre- ese segundo de lucidez lo hace debatirse si debe detenerse ahora mismo, o continuar... pero, tu respiración y tus brazos rodéandolo. No quiere separarse de ti, no quiere.
Así que vuelve a profundizar el beso, casi con desesperación y te abraza fuerte, no va a soltarte.]