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[Es un día soleado de primavera y el noble caballero vuelve al castillo de la princesa luego de regresar de una de sus misiones con el ejército. Ya habían pasado unos cuantos años desde que dejó el servicio a Su Majestad por pedido del mismo Rey, encargándole que cuide a su joven hija, quien ya era o suficientemente mayor como para cuidar de su propio sector del reino. Llevaba ya un tiempo al servicio de la joven princesa, quien demostraba cada día más lo brillante y generosa que era y a él la llenaba de orgullo verla crecer cada vez más tanto en belleza como en gracia.

Ahora se dirigía hacia el jardín posterior, listo para otro día de servir a su dama (cuántos recuerdos le traía eso también)]

[Está afuera, descansando contra un árbol]

[Es un día tranquilo en Nadalandia, Conrad salió temprano a entrenar y ahora está tomando un descanso]