[Cruzado de brazos y apoyado contra la pared, el hombre parece juzgarla.]
No, no pongas parece. Te estoy juzgando, de hecho.
[...Bien, reformulemos entonces. El hombre la juzga. Lo que es totalmente injusto, porque no es su culp--]
Sí, no empieces con eso. Todos lo sabemos, vida ocupada y todo lo demás, pero no quita el hecho de que has tenido mi cuenta lista hace meses. Y yo he estado esperando todo ese tiempo. Justo aquí.
[Mmm, sí, bueno. Es que. Er. Los impulsos del momento...]
Preferiría que te saltaras esa parte donde te pones a hablar de lo mucho que te gusta mi acento. Es halagador, pero... Un poquito incómodo.
[...Oh, bueno. Aunque tu acento sí es muy atractivo. Entre. Otras cosas.]
Gracias. Ahora, ¿podrías dejar de acapararme por un momento y permitirme interactuar con otros personajes? Pensé que esa era la idea de tenerme aquí.