[No podría alejarse aunque lo obligaran. Te besa desordenado, con tantas ganas, con quinientos años de deseo encima. Mueve sus dedos dentro tuyo, adecuándose a lo estrecho que eres-- Más de lo que acostumbra, sus dedos son grandes como sus manos y no tarda en empujar hasta tu próstata. Esos años en Yusnaan le enseñaron cosas.]