[Muy tibia, y tu ropa holgada para poder acariciarte mejor. Su pecho firme sin heridas en un mundo tan pacífico.] ¿Si...? Yo también pensaba en ti, en tus palabras-- Quería volver a verte, hablar contigo.
[Se ríe, su risa profunda por lo excitado que sigue.] Y luego comencé a soñar que los tenía a ambos abajo mío.