[Frunce un poco el cejo al escuchar tus palabras pero acepta tu mano igual, quizás jalando con un poco más de fuerza de la esperada, para ayudarse a ponerse de pie. Aún cuando se le instruyó el ser afable, no puede evitar sentirse ligeramente ofendido.] Su alteza, le aseguro que no venía con intenciones el tomar un amante de ningún tipo.