[Él no sirve para liderar personas, aún no comprende porqué lo eligieron como reemplazo.
(Ellos saben que no perderán si le siguen.)
Contará las bajas, revisará los daños de las armas, dará unas cuántas órdenes más y es hora de comer y descansar para mañana; al menos para ellos.
No le es difícil ocultarse de las antorchas y escabullirse, lleva tiempo haciéndolo ya y la luz de la luna jamás le ha traicionado. Su destino es una simple cabaña que está alejada del campo de batalla, no tiene nada de especial. Baja de su caballo para ocultarle entre las sombras y entrar por la ventana.]