[Pero no parece escucharte, porque esta va a ser una tormenta de proporciones. Los hombres luchan contra ella como pueden, sujetándose de jarcias y mástiles para evitar ser lanzados al mar. Y el capitán hace su trabajo lo mejor posible en el castillo del timón, batallando contra las olas...
... Al menos hasta que una inmensa ola barre la popa como una garra, y él es arrastrado hacia el agua con ella.]