¡No lo es! Te hacen levantar teeeeempranísimo sin importar el frío para colocarte la misma ropa todos los días. Tienes que estar un montón de horas sentado en el mismo pupitre mientras los profesores te hablan de cosas que no sirven para nada y luego debes comer lo que ellos quieran o te morirás de hambre. ¡Además nada asegura que tus compañeros te van a gustar! ¡Pero eso no es lo peor!