[Se soltó de tu agarre con evidente facilidad pero no eras de las personas que se rindieran fácilmente.] ¿Ah si? Entonces nos acostamos una vez y luego me dices si no somos el uno para el otro, Alex. [Sonreíste como si hubieses tenido una de las ideas más brillantes del universo y le seguiste el paso a donde sea que se dirigiese.] La pasarás muy bien conmigo. [Dijiste poco después de estudiarle de pies a cabeza por encima de la ropa.]