¿Qué crees que estoy esperando? [Pero sonríe cuando lo dice, estremeciéndose y nunca antes había sentido tanta necesidad de esto. No quiere tus dedos, te desea a ti. Más que nada. Te pasa los dedos por el hombro, rasguñandote, y cuando vuelve a hablar es impaciente como siempre.] Vamos.