[Lo nota cuando es muy tarde, con tu calor y ese sonido llenándolo, quemándole la piel. Quizás sientas también que es un deseo que llevaba consigo hace mucho tiempo, porque responde a tu gemido con un siseo profundo que le hace vibrar el pecho antes de reclamar tu boca con más ganas, en un impulso bajado el cierre de tu tonta chaqueta.]