Lo está. [Comentaste sin siquiera voltear a verlo. No había nadie en tu mesa y jamás lo habría, todos los que se habían acercado para iniciar una conversación remotamente interesante contigo se habían ido por el mismo lugar del cual habían venido.
Alzaste la mirada solo para reconocer a quién rechazabas y terminaste haciendo una mueca de desagrado al ver de quién se trataba. Bajaste la mirada una vez más y continuaste comiendo tu almuerzo sin dirigirle palabra alguna.]