[Oh. Bueno, es lógico que quieras estar más mar adentro, después de todo es tu hábitat y ciertamente debe sentirse incómodo estar en lugares no tan profundos.
Recuerda que le enseñaron a flotar... o algo así. Luego de un momento de duda decide aventurarse un poco más adentro hasta que el agua le llega poco más abajo de la altura hombros. Cada vez que las olas lo mecen le salpica un poco la cara, y momentáneamente hace que separe los pies del fondo (sensación que le causa que su estómago se le revuelva un poco de los nervios).]