Es un reloj de arena, Mikuni penso que era inútil, pero el esfuerzo en los detalles y las incrustaciones de las puedras son finas y delicadas, no fue muy costoso pero es algo valioso que no consigues todos los días.
[...] Tienes razón sobre el crío, pero sabes mi trabajo, Tsurugi, si le sucede algo, no me lo perdonaría nunca.