[La dignidad no es la compañera de juegos de ninguno de los dos pero es bueno saber abusar de ella cuando conviene, cuando se puede sacar algo de ella. Y claramente a ninguno de los dos le molesta admitir aquello.
Te sonreirá de lado por tu provocación, sin importarle que un gemido haya salido por la sensación o que su erección pida a gritos que continúes succionando para que pueda terminar en tu boca.] Si fueses tan deprimente para hacerme llegar una sola vez ni siquiera pensaría en volver...a este sitio... Aunque si lo único que se te ocurre para hacerme llegar es usar tu boca, pues de verdad estás cobrando mucho más de lo que ofreces.