[Con su vista fija en ti, tu reacción no le es invisible. Ni siquiera aunque dure tan sólo un segundo.
Está preparado para molestarte al respecto cuando siente la presión y se le escapa un quejido, maldito rencoroso.] Y está muy mal que te tomes a personal lo que dice un simple cliente como yo, ¿realmente importan ahora esas mujeres...? Incluso si dicen amar al hombre que las colecciona, no se resistieron a mi. Su apego es vacío.