No tendría razón para mentir acerca de ello. [La vista se pierde en tu torso descubierto, pálido y libre de cicatrices a diferencia del suyo. Un atractivo general para cualquiera que tuviese el privilegio de verte tal como lo hace él en ese preciso instante.
Inspira, relajándose con las atenciones sobre su hombro. En esa misma calma, deja que la mano que te mantiene cerca por la cintura ascienda por tu espalda para acariciarla, siempre con movimientos pausados.]