¡ENTONCES QUÉ DEMONIOS QUIERES QUE PIENSE! [Y ya no puede controlarse, por lo que se levanta con brusquedad y te toma del kimono desde el pecho, con la misma brusquedad.] ¡QUÉ MALDITA IMAGEN DEBO TENER DE TI SI ME ABANDONASTE, PARA MÁS ENCIMA TERMINAR EN UNA MALDITA CADA DE OIRAN! [Su respiración es muy agitada, y a pesar de la rabia sus ojos comienzan a cristalizarse.]